Es cuando con el "tú y yo" hay más que suficiente, cuando lo ajeno este "tú y yo" es totalmente secundario.
Sí, me explicaré un poco mejor. Hablo de cuando entre dos personas se crea una burbuja, un lugar cálido, seguro y sumamente agradable. Ya puedes encontrarte en plenas Ramblas un sábado por la tarde, que da igual, porque el resto del mundo es secundario, te sientes tan bien dentro de esa burbuja que nada te impide ser, y me refiero a ser al 100%, en mi caso, este 100% tiene que ver con sonrisas sinceras, con "locuras transitorias", con saltar si es lo que en ese momento queremos hacer, con entrar y salir, en definitiva se trata de no necesitar ninguna otra excusa para estar allí que el "tú".
De aquí el microclima, de los días (años), que lo han ido haciendo más y más cálido, porque como todo lo que de verdad vale la pena, se consigue con esfuerzo, bueno esfuerzo no es la palabra más adecuada, me gusta más la palabra dedicación, aunque con las dos quiero decir lo mismo.
No sé si son las fechas en las que estamos o el frío, pero a mi estos días me da por echar un buen vistazo a mi alrededor y valorar aún más estas pequeñas cosas, que digo pequeñas, grandiosas cosas. Sea como sea, me alivia ver que los microclimas de siempre siguen ahí, que seguimos cuidándonos mucho y que no tenemos la menor intención de dejar de hacerlo. Hay alguno que ya no está, porque dejamos que entrará demasiado frío y no supimos hacer nada para remediarlo, aunque creo que nunca es tarde para tapar una grieta si la intención es la adecuada. También están los proyectos, allí donde, con los días, vas percibiendo un poquito más de luz, veremos que color le da el tiempo a esta luz.
